lunes, 21 de junio de 2010

La puerta

Título: La puerta
Autora: Magda Szabó
Editorial: debolsillo
Año de publicación: 1987

La puerta se convierte en el símbolo central de esta novela autobiográfica mediante la cual Szabó intenta reflexionar sobre la naturaleza humana, entender unos hechos desencadenados por la toma de decisiones en circunstancias delicadas y expiar la inevitable sensación de culpa que invade al final a la autora. La puerta aparece ya en el preámbulo de esta novela como el objeto de una pesadilla recurrente y que da pie, a modo de explicación del porqué de esa puerta, a una confesión de poco más de trescientas páginas de la que fuera su relación con su sirvienta a lo largo de veinte años.

“La presente obra no se ha escrito para Dios, conocedor de mis entrañas, ni para las sombras, testigos de tantas horas de vigilia y de sueño; dedico este libro a los hombres. He vivido con valentía hasta ahora y espero morir así, con coraje, sin mentiras, y para ello es necesario que declare de una vez por todas que yo maté a Emerenc. Yo quería salvarla, no destruirla, pero eso no cambia nada,”

Szabó se retrata a sí misma en una época en la que vuelve a su país, Hungría, y retoma su actividad como escritora. Para poder dedicarse plenamente a escribir decide contratar a una sirvienta que pueda liberarla de las tareas del hogar. Es así como Emerenc Szeredás, una señora ya mayor trabajadora incansable, entra al servicio de la autora. Emerenc se muestra como un personaje misterioso tanto por su apariencia y porte como por su manera de ser: tan estricta, recta y directa en el trato que no tardamos en asistir a los primeros encontronazos entre las dos mujeres. A pesar del trato brusco, frío y hermético que puede llegar a tener Emerenc con Szabó pronto la autora descubre que ambas se profesan un amor y un respeto mutuo especial aunque no se manifieste de una manera tradicional.

“Creo que ella me llegó a querer con la misma entrega incondicional de la que solo habían sido capaces hasta entonces mis padres, mi marido y mi hermano adoptivo.”

Emerenc, criada en un pueblo pequeño de la llanura húngara y con un pasado marcado por diversas tragedias tanto personales como históricas, es poseedora de un carácter arisco aunque generoso; severo aunque ejemplar pero sobre todo un carácter hermético, complejo y enigmático.

La puerta es a la vez esa barrera que Emerenc erige frente a los demás y que no deja entrever su verdadera personalidad y esa real que mantiene cerrada a cal y canto y que priva a los demás de ver el lugar donde ella vive. Una persona bondadosa y fiel que oculta sus más profundos sentimientos detrás de un pañuelo siempre atado sobre su cabeza y su espacio vital de las miradas de los vecinos detrás de la puerta de su casa.

Szabó fue una de las pocas personas que pudo acceder al interior de la casa de Emerenc y ver la sencillez en la que vivía. Más adelante también pudo acceder, como heredera de lo que ella había ido atesorando a lo largo de los años, al secreto que Emerenc guardaba en una habitación sellada de su casa: muebles antiguos y lujosos que anteriores señores a los que había servido y había ayudado a huir de las garras de los nazis durante la segunda guerra mundial le habían dado en señal de gratitud. Un tesoro y un secreto que se desvaneció en el mismo momento en que Szabó, fascinada ante tanto lujo oculto durante tantos años, decidió tocarlos sin saber que la carcoma había hecho estragos en ellos.

En definitiva, La puerta es un intento de explicar la complejidad del ser humano, y la incapacidad de este de llegar a entender los motivos que nos mueve a cada uno de nosotros a actuar de determinada manera.

1 comentario:

  1. Tengo pendiente leer este libro, creo que no me defraudará en absoluto,
    Saludos!

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